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5 años
San Vicente, San Vicente.
Adaptación de soluciones auditivas:
oído derecho: auxiliar auditivo
oído izquierdo: implante coclear
¡Camila reconoce los sonidos!

Cuando Camila tenía dos años su familia empezó a sospechar que podría tener alguna pérdida auditiva pues no reaccionaba ante ningún sonido. Con ello, empezaron el proceso para ayudar a Camila.
A sus cinco años Camila llega a Fundación Su Niño No Puede Esperar (FUSNINPE). El resultado de sus pruebas auditivas fue de hipoacusia neurosensorial bilateral severa a profunda.

Adaptación y cambios después de sus auxiliares auditivos:

Después de su primera adaptación con auxiliares auditivos Camila pudo conocer los sonidos. “Bien recuerdo esa vez, hasta el papá lloró cuando le hicieron el encendido de los aparatos auditivos. Para sorpresa de nosotros fue el rostro de la niña, como cambio. Íbamos en el transporte y pues ella iba asustada por todos los nuevos sonidos”.


Los cambios en casa fueron más notorios. “Venir acá fue la mejor decisión, por el cambio que la niña tuvo con sus aparatos auditivos, mejoró bastante. Con los audífonos a los dos meses, dejó de gritar (modula mejor el volumen de su voz) y sí veíamos mucho el cambio. Pero investigamos del implante coclear y consultamos con Dra., para poder darle esa oportunidad a la niña”, nos dice su mamá.

Gracias a la activación del implante coclear (dispositivo electrónico que consta de dos componentes principales: procesador de audio externo que capta los sonidos y los envía al implante, el cual se coloca bajo la piel detrás de la oreja. Esto mejora la audición de la persona) la audición de Camila mejoró aún más. “Ahora sabemos que ella disfruta de la música, de los sonidos y escucha e identifica hasta los sonidos más suaves y antes eso ella no lo hacía. Reconoce el sonido de la puerta, voces de sus padres y con su mejor amiga trata de platicar con ella”, nos comenta su mamá Mercedes.


Aunque Camila asiste siempre a terapia auditivo verbal, su mamá sigue el trabajo en casa: “Yo no me he detenido, le hago una cantidad de material y a veces hasta grabo para que ustedes puedan ver el proceso”.


Su terapeuta de FUSNINPE nos cuenta:
“Al inicio se adaptó con audífonos, pero se evaluó las posibilidades de que tuviera un implante coclear. La operación se realizó en diciembre del año 2024 y la encendido del implante en enero 2025. Con esto dio un cambio total, ahora sin leer los labios hace el test de Ling y dice palabras. Lo más destacable es que con tan poco tiempo de la activación ella ya da respuesta”.


¿Por qué quieres compartir tu experiencia?
“Hay madres que desconocen del tema. Sí me gustaría que muchas mamás lean mi testimonio, que sepan que mi vida con mi niña no ha sido fácil, pero con las terapistas de aquí y doctora, el proceso ha sido más llevadero. Yo antes lloraba, me costó superar y entender la discapacidad de mi hija. Logré superar y entender cuando llegué aquí y sobre todo cuando empezamos a asistir al Programa de Padres. La motivación que nos dan en cada terapia ha sido fundamental para que
nosotros como papás no nos desmotivemos y para que sigamos en este camino”, nos cuenta su mamá Mercedes.


Recomendaciones de la audiologa: “Camila vino referida a la Fundación Su Niño No Puede Esperar (FUSNINPE) en búsqueda de un implante coclear. Debido a la severidad de la pérdida auditiva de Camila se le sugirió a los padres que lo primero que debíamos hacer era adaptar un par de auxiliares auditivos potentes programados en base al resultados de los Potenciales de Estado Estable.


Fue así como comienza la aventura con la familia de Camila, a quien estimulamos desde el día uno con audífonos adecuados. Los audífonos siempre deben ser programados según la audición del niño. Se fue haciendo el trabajo durante casi un año, hubo participación bastante fuerte de los papás pues la mamá elabora materiales didácticos maravillosos.


A pesar de las limitaciones económicas, dificultad en el transporte y los gastos que representa cada cosa, ellos han sido muy luchadores para lograr alcanzar los objetivos. Y es así como en diciembre del año 2024, se decide ponerle el implante coclear a Camila. Aunque era una edad avanzada (estamos hablando de una niña de cinco años, idealmente se debe implantar a los dos años de vida) se apostó a que podíamos cambiarle la vida, sabiendo los padres el compromiso que eso llevaba: su participación en las terapias de lenguaje de forma regular, el uso
constante de sus audífonos en el oído contrario y del implante en el oído implantado.


Y es así como hoy por hoy a 6 meses de haber sido implantada, hemos visto un cambio en conducta y las primeras palabras aparecer. Son experiencias que nos llenan el corazón, alegran y nos motivan a seguir trabajando en esta área tan bonita para lograrles cambiar la vida a través del regalo de la audición. Hay que recordar que idealmente es necesario que al mes de vida los niños puedan pasar por un tamizaje auditivo, a los 3 meses tener una evaluación y diagnóstico y a los 6 la intervención temprana que consta de una adaptación de aparatos auditivos y
el inicio de terapias de lenguaje”.